Aquí acaba la historia, punto y final a la retransmisión, no hay nada que retransmitir así que de poco vale continuar... Gracias a todos los que pasasteis por aquí, a los que escribisteis y a los que no.

Esto tenía que ser una despedida emotiva, o divertida, o yo que sé, pero ni siquiera eso sale...

Quizá en otro momento, en otro lugar, con otro nombre, quién sabe...
Hasta Siempre.

miércoles, 25 de agosto de 2010

No te juzgo

Me encanta que no seas perfecta, que no seas la mujer invencible, me gusta verte titubear y temblar, y dudar y tener miedo, me gusta porque eso me acerca más a ti... Porque eso me da la tranquilidad de que yo también puedo titubear y temblar, y dudar y tener miedo...

Dúdalo todo, cuestiónalo, dale la vuelta mil veces si quieres, remueve cielo y tierra, y cuando termines mírame o llámame, y nos reímos juntos o lloramos juntos...

Estoy aquí... y mientras aprendo a no juzgarme, a ti no te juzgo...

5 comentarios:

Daeddalus dijo...

Qué hermoso sería que fuésemos capaces de mirarnos al espejo, sin importar que lo que vemos sea más o menos perfecto, nos sacáramos la lengua y brindáramos con nosotros mismos. Después, luego... todo lo demás.

PazzaP dijo...

Y si titubear, temblar, dudar y temer pueden llegar a darte tranquilidad, ¿qué no te darán decidir, templar, afrontar y confiar...?

Gordipé dijo...

Qué bueno que tú no juzgues... un veredicto menos que acatar.

Diferido dijo...

Daeddalus: Qué guay lo de sacar la lengua, me lo apunto en la lista de cosas por hacer...

PazzaP: Pues supongo que tranquilidad al cuadrado...

Gordi: Sí, uno menos, aunque sin mucha importancia, el veredicto más importante es el de uno hacia sí mismo.

Fiebre dijo...

Yo es que soy menos fina que tú.

Pero esto se resume casi casi con mi frase de cabecera:
- C´a uno es c´a uno y sus caunás.