Aquí acaba la historia, punto y final a la retransmisión, no hay nada que retransmitir así que de poco vale continuar... Gracias a todos los que pasasteis por aquí, a los que escribisteis y a los que no.
Esto tenía que ser una despedida emotiva, o divertida, o yo que sé, pero ni siquiera eso sale...
Quizá en otro momento, en otro lugar, con otro nombre, quién sabe...
Hasta Siempre.
jueves, 12 de agosto de 2010
Reflexión rápida para antes de dormir
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Lo que tú y yo hagamos, independientemente del tamaño del cristal, incluso sin haberlo, y de lo pronunciada que sea la pendiente, incluso sin red al final, nos pertenece a ti y a mi. Si dura que dure, si avanza que avance, si se esfuma que se esfume, pero todo tuyo y mío. Que no nos vayan a espantar fantasmas del pasado ni miedos del futuro, que esos no son ni tu ni yo.
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9 comentarios:
Así es, excelente reflexión, a veces terceros los que sean, como sean, dañan una relación... lo digo por experiencia!!!
Saludos =)
Todos cargamos una mochila a nuestra espalda, abierta para el pasado y cerrada para el futuro. En nuestra voluntad está cambiar las tornas y liberarnos de equipaje.
Zoe, aunque los terceros a veces nos los inventemos nosotros mismos, es verdad lo que dices.
Daeddalus (Si es que ese es tu verdadero nombre...), En ello estamos, soltando lastre...
Se llaman barreras psicológicas, dicen, y a veces pueden convertirse en muros de hormigón (aquí tirando para lo laboral) inquebrantables... Hace poco me decía un amigo que las barreras que nos prohíben llevar a cabo las acciones que queremos, unícamente están en la mente, nada más. Y el cabrón tenía razón...
Claro que digo yo que si se trata de subir al Everest se equivocaba!! :p
Qué bien pensado... me lo anoto!
Casi todo el mundo carga con el pasado y con los miedos del futuro... es difícil aprender a deshacerse de eso
Nebroa, tengo pico y pala para derribar muros.
mitrueno, apunta, apunta...
Zara, cierto, pero en ello estamos.
Amén Jesús.
Nos encorsetamos por no sé qué clichés mal entendidos y no nos permitimos el lujo de - aunque sea aostiarnos- hacerlo a lo grande y sin cortapisas.
Qué me vas a contar Fiebre... Será miedo al éxito o yo que sé...
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