miércoles, 8 de septiembre de 2010
Reflexión rápida desde la cama de un hotel
Da igual lo lejos que estés de tu cama, cuando las dudas aprietan lo de menos es el tacto de las sábanas. Dudo de mi, necesito una dosis de "no sinceridad" para que las ganas y la ilusión vuelvan a casa en el AVE que me trajo al mediterráneo...
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7 comentarios:
Necesitas engañarte a ti mismo? O que te engañen? te sirven las mentiras cuando ya has rozado la verdad? Es la parte negativa de crecer, que luego ya no hay quién nos mienta...
No tengo frases de 'no sinceridad', tengo algunas palabras sueltas, de esas que se escuchan en los blogs y suenan a nubes flotantes, de las que uno mismo les da la vuelta para creer lo que le da la gana... Quieres escucharlas?
Esto es un blog, no? Pues adelante con esas palabras...
Que eres grande, por dentro, por fuera y en esa parte tan densa que se te pinta de rojo cada mañana. Que no tienes que cambiar más que lo que te estorba. Que aprovechas tu pasado para crecer, que te sirve de experiencia, que manejas tus armas como mejor sabes hacerlo. Que te gustas aunque haya partes que te incomoden, que las aceptas y reconoces dónde están tus errores. Que puedes conseguir lo que te propongas aunque a veces no tengas ganas, que te concedes el tiempo, las horas y las semanas para mirarte de nuevo. Que quieres cosas, y sueñas otras, que deseas sentirlas y no te paras en el camino. Que buscas y rebuscas dónde sonreír, de quién rodearte para que lo consigas más fácil. Que conoces la amistad, la experimentas y la disfrutas. Que tienes dudas pero en lo principal se te acaban, ser feliz, sentirte feliz, hacer de ti a alguien feliz. Observas, miras, aprendes. Con la cabeza abierta, la mente de par en par para seguir creciendo. Humilde sabiendo de tus carencias, altivo magnificando tus logros, para aceptarte cada mañana. Con ganas de seguir, continuar, avanzar, crecer, amar de nuevo. Sin culpas ni reproches, aunque te vengan a buscar alguna noche. Sabiendo que todo pasa y todo avanza y que sabes que tú también avanzarás con el tiempo.
Con puertas cerradas sin candado, con ganas de tocar el cielo, con ganas de comerte el mundo sin que tengas que visitar otra ciudad para empezar a conocerlo...
Entusiasmo. Verdad. Sinceridad. Todo preparado y dispuesto para salir volando con las primeras mariposas que te inventes. Con mucho dentro aunque a veces enjaulado...
Mmm... silencio!
Muchas gracias, de verdad, me guardo esta caricia...
Y ahora una pregunta... ¿Tú no quieres casarte conmigo? ¿Ni si quiera virtualmente?
jajaj Casémonooos!!!
En esas habitaciones de hotel, yo me siento más sola.
Quizá estoy igual de sola en casa, pero lo siento como refugio.
Ya, bueno, son un poco frías pero también tienen su encanto... Me hacen cambiar de aires y me obligan a pensar desde la "incomodidad" de no estar en casa...
Además, viajar abre la mente, no?
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