Aquí acaba la historia, punto y final a la retransmisión, no hay nada que retransmitir así que de poco vale continuar... Gracias a todos los que pasasteis por aquí, a los que escribisteis y a los que no.
Esto tenía que ser una despedida emotiva, o divertida, o yo que sé, pero ni siquiera eso sale...
Quizá en otro momento, en otro lugar, con otro nombre, quién sabe...
Hasta Siempre.
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Reflexión rápida para después de merendar
Publicado por
Diferido
a las
19:14
Saber que estás ahí, detrás del botón de enviar, a veces me produce ansiedad... Porque yo quisiera que estuvieras aquí dándole a mi botón de enviar y escribiendo con tu dedo en mi tripa...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Lo de tu botón de enviar suena a obsesionado! jajajj... Que nooo! Perdón!
No debería causarte ansiedad un deseo...
Qué chunga la distancia! cuántas veces he sentido eso!
Nebroa: No es ansiedad... ya sabes que las palabras magnifican los hechos.
Zara: Chunga sí, pero bueno, también tiene su encanto cuando se sabe llevar. Digo yo...
El que no estamos colgado, estamos buscando la percha.
Me doy la autobienvenida al ´club de enviar´.
P.D ¿Quién sabe si nos refugiamos ahí porque sabemos que el club de lo cotidiano nos duraría mucho menos y las mariposas se convierten en orugas en un pils-plas?
El botón de enviar es un baúl de ilusión, niño.
(Yo siempre tan ´mona´)
Eres grande Fiebre! El botón de enviar mola, pero a veces no es suficiente, le falta algo...
"¿Quién sabe si nos refugiamos ahí porque sabemos que el club de lo cotidiano nos duraría mucho menos y las mariposas se convierten en orugas en un pils-plas?"
Fiebre... me encantas! Hacía tiempo que no te lo decía fuera de nuestras casas!
Dife! con tu permiso! ;)
Publicar un comentario